miércoles, octubre 10, 2012

«Don Pedro» (Un estoico auténtico). Carta del compañero Gabriel desde la cárcel de Aachen, Alemania


«Don Pedro» (Un estoico auténtico)

Don Pedro era (y quizás lo sigue siendo) un «verdadero Estoico», un ser «Único» y «Egoista» que acabó en prisión por matar o apuñalar a alguien (núnca he podido averiguar del todo éste capitulo de su vida)…
Lo conocí en el «Departamento Especial» (módulo FIES) de «El Acebuche», en Almería. Físicamente era un personaje que encajaba perfectamente ese esteoretipo que todxs tenemos de Don Quijote: relativamente alto, delgado, sobre los cincuenta años; con una
perilla puntiaguda grisácea y el pelo corto…
Caminaba muy erguido; exageramente mayestático; pero lo más llamativo era su tono de voz y manera de expresarse. Hablaba muy despacio y seleccionaba concienciudamente cada palabra mientras le clavaba a uno su mirada (que oscilaba entre arrogancia e ironía) intentando descubrir si su interlocudor era digno de su tiempo y comprendía aquello que él intentaba expresar…
Se decía de él que habia sido Profesor de Literatura (lo cual es algo bastante plausible) en algún Instituto de Valencia. El motivo porque acabó en FIES no fué, ciertamente, por participar en protestas, motines o fugas… Eso iría en contra de sus «valores» y «principios filosóficos»; no en vano y además de considerarse un «Verdadero Nietzschiano» presumía de su misantropía…
No, Don Pedro le quito un ojo a un carcelero cuando éste metió el mismo en «el chivato» de la puerta para ver lo que se encontraba haciendo en la celda… A partir de éste incidente la existencia de Don Pedro fue un larguísimo peregrinaje por las cárceles especiales de la democracia hispánica…
Obvio es decir que él no se «rebajaba» a «denunciar» las innumerables veces de las que fue objeto de palizas y torturas por parte de los carceleros.
Pese a que nosotros (los FIES) nos solíamos reír de él (o más que de él de su «filosofía de vida») nos caía «simpático» por su «particularidad» y porque su odio hacia los carceleros era real y siempre que le daban la oportunidad buscaba la confrontación con ellos.
A Don Pedro le gustaba conversar conmigo… no acababa de comprender como «alguien como yo» (estudiante de Filosofía con un gran conocimiento de/sobre las obras de Nietzsche) pudiese «ser Marxista» (él no acababa de comprender las diferencias entre Anarquismo y Comunismo; y menos aún el Comunismo Anárquico) y «abrazar ilusiones metafísicas»…
Y así matabamos el tiempo: unas veces hablabamos (filosofabamos?) de los filósofos de Mileto, de Diogenes Laercio, de Sócrates-Platón-Aristóteles para terminar con su Maestro, Nietzsche y su obra favorita: «Asi habló Zaratustra»…
En ocasiones me tumbo en la cama con la vista clavada en el techo y me imagino que diría Don Pedro sobre esta fusión filosófica de su maestro con una «ideología» politica como el Nihilismo… y me río…
¡¡Don Pedro; un «Super-Hombre» estoico y misantropo tan coherente consigo mismo que se negó a dejar ningún tipo de «trascendencia» que le sobreviviese. Enemigo de la humanidad y el humanismo; egoísta y único, que nadie que no lo haya conocido en persona sabe de su existencia y de su obra materializada en sí mismo: en su ética…!!
Y para él todo se reducía a esto: el «super-hombre» era su ética y su moral; su actitud ante y frente a la adversidad y el existente: sin pena ni gloria…
Porque, evidentemente, si no hay ética y moral (que en suma es una forma de concebirse uno a si mismo y actuar en consecuencia) lo mismo da que da lo mismo y entraríamos en un «relativismo» que nada tiene que ver con la corriente filosófica del estoicismo moderno.
Me lo imagino todo erguido diciendo: esos son «charlatanes», «Don Pombo», charlatanes…!!
Cabe decir qué Don Pedro trataba a quienes respetaba de Don y al resto de «tu»… Este era (y/o es) un verdadero Estoico: Don Pedro…

Gabriel,
Principios de Septiembre 2012,
Aachen.

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